Gran hallazgo sobre localización del coronavirus y consecuencias

Se dió a conocer la investigación de científicos alemanes (https://www.nature.com/articles/s41586-020-2196-x) sobre los lugares del cuerpo en donde se reproduce el virus SARS-CoV-2, que es el que produce la enfermedad COVID-19. Ese nuevo estudio da lugar a pensar prevención a través de productos que actúan localmente.

Estudiaron 9 pacientes enfermos de COVID-19 pero sin síntomas graves.

• Durante los primeros 5 días de la infección el virus es muy activo en la garganta, mucho más que otro virus SARS anterior, motivo por el cual este nuevo virus tiene mayor tasa de contagio a través de la boca (tos, estornudo, conversación). Desde la garganta y con mucha actividad, es más probable que se emita a otras personas. El SARS anterior se iniciaba con mayor actividad en pulmones y entonces la vía hacia el exterior no había sido tan facilitada. 
• No se encontraron virus activos ni en sangre ni en orina ni en heces, aunque en heces se encontraron indicaciones (genes del virus) de que hubo actividad gastrointestinal pero que de alguna forma (no saben aún cual) se desactivaron. 

Esta nueva información la podemos juntar con lo que ya hemos visto en un post anterior sobre los beneficios de plantas y alimentos y su potencial como antivirus. 

Las investigaciones de décadas y los usos milenarios ofrecen una larga lista:

• ajo
• cebolla
• menta
• tomillo
• melisa 
• té verde
• jengibre
• cúrcuma
• hipérico
• sauco
• echinacea

y muchas aromáticas como clavo de olor o salvia, pero también frutas, verduras y legumbres.

Lo que las plantas contienen de especial es una variedad de compuestos fitoquímicos naturales, como flavonoides, fenoles y otros con nombres raros (aldeídos, furanos, ketones, quercetin, ácido rosmarino, eugenol, limonene, mentol, antocianinas, etc.). Están presentes en cantidades muy pequeñas, mucho menores a las vitaminas y minerales, pero significativas para influir en procesos celulares cuando se ingieren. Cualquier vegetal los tiene, con diferencias en las cantidades y algunos compuestos particulares que están en unas plantas y en otras no, lo cual hace que algunas sean más efectivas en una dolencia y otras en otra.

Por ejemplo, el ajo consumido crudo, fuerte y picante, es un potente antivirus, demostrado con trabajos in-vitro (plaqueta de vidrio o tubo de ensayo) y en animales de cría como cerdos y ovejas. Estas experiencias son muy importantes porque muestran actividad contra virus similares al coronavirus actual.

¿Cómo conectamos la investigación de Alemania con las plantas y alimentos?

La mayoría de trabajos sobre efectividad de plantas antivirus se hicieron in-vitro, es decir sobre una placa o tubo de ensayo, por lo cual en general los resultados se desestiman o se ponen en lista de espera a ver si se pueden hacer experiencias en vivo, ya sea en animales o en humanos. Sin embargo, los muchísimos resultados que hay in-vitro cobran una importancia enorme en vista de los resultados del trabajo alemán, ¿por qué?

La garganta es un espacio en la boca en donde aún lo que se ingiere no ha pasado por la acidez del estómago o las sustancias que se agregan en la digestión en el intestino delgado. La garganta está tan cerca de la ingesta primaria del alimento o té que lo que ocurra ahí en la interacción con virus y bacterias puede considerarse similar a una plaqueta de ensayo. Se mezclan  entonces en la boca y garganta las sustancias de las plantas con las células a las que el virus quiere aferrarse para poder replicarse.

Sobre todo, en la investigación encontraron que personas con síntomas leves tienen alta potencialidad de contagiar a través de la saliva en los primeros 5 días, cuando todavía ni siquiera se sienten mal. Entonces, es enorme la importancia de un antivirus local que actúe en la boca, porque puede disminuir la tasa de contagios al "molestar" la instalación y replicación del virus. El ajo, el té verde, el tomillo, la menta y todas las otras mencionadas arriba tienen potencialidad de inhibir la instalación del virus en las células de la garganta. ¿Cómo sabemos que eso es así?

Hubo otros dos trabajos recientes muy importantes. Uno de ellos (https://www.nature.com/articles/s41564-020-0688-y) explica cuál es el mecanismo por el cual el coronavirus se instala en una célula y lo hace a través de una enzima de nombre ACE2. Las enzimas son proteínas. Si algo actúa sobre la enzima ACE2 el virus no podrá adherirse a la célula, por eso se habla de sustancias inhibidoras, no dejan que se establezca la cadena molecular que beneficia al virus. El otro trabajo (https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsomega.0c00772) muestra que el aceite de ajo tiene 17 sustancias que bloquean la enzima ACE2 y entonces no permite la instalación del coronavirus. En casos de otros virus (influenza, hepatitis, dengue, gripe A, herpes) se demostró que distintas plantas inhiben su adherencia las células y su réplica, por lo tanto las sustancias activas en las plantas actuan como preventivos.

En el Covid-19, esos 5 días de fase contagio con alta tasa de replicación en garganta podría moderarse, aunque no sea una cura como tal, podría ser un paso importante en cuanto a reducir la circulación del virus. Tanto el ajo como el té verde, la menta, el tomillo, la cúrcuma y otros, han mostrado que desactivan la instalación de distintos virus de la gripe en las células. Para más info vean otras entradas anteriores en este blog.

Importante, lean esto: este comentario no es una guía médica sino una traducción y discusión comentada de hallazgos científicos. Ante cualquier síntoma o duda sobre qué plantas consumir consulte a un médico o centro de salud hospitalario. La ingesta de ciertas plantas pueden interferir con medicamentos recetados, antes de consumirlas infórmese en un centro hospitalario. La lectura de este post no puede reemplazar la consulta médica apropiada.